Cada vez hay más personas que sufren bruxismo, el hábito inconsciente de apretar los dientes. La causa más común es el estrés provocado por factores emocionales.
Si bien en muchos casos es un hábito pasajero, que aparece solo en algún momento de la vida, el bruxismo llega a constituir un problema real para muchas personas, con pérdida de piezas dentales por la destrucción del esmalte y la dentina, dolor de cabeza y de los músculos de la mandíbula e, incluso, de oído. Afortunadamente, varios tratamientos actuales pueden solucionar este dolor orofacial.
Además, hay que tener en cuenta que la importante relación biomecánica, nerviosa y fisiológica que presenta la articulación temporo-mandibular con el cráneo, el cuello y la cintura escapular, la hace vulnerable a todos los cambios posicionales que sufren estos segmentos, influenciados a su vez por la postura general del individuo
La fisioterapia es una disciplina que puede ayudar a diagnosticar y tratar estas disfunciones mediante un enfoque integral que aborda no solo los síntomas, sino también las causas subyacentes del problema.
El diagnóstico de estas lesiones se basa en una evaluación clínica exhaustiva, tanto extra como intrabucal, que puede incluir pruebas de movilidad, palpación, exploraciones de la musculatura orofacial, y en algunos casos, estudios radiológicos.El objetivo de la fisioterapia es eliminar el dolor y su causa, mejorar la movilidad articular, restaurar la función masticatoria, mejorar la postura y prevenir la recurrencia de la disfunción. Todo ello, mediante un tratamiento de terapia manual, técnicas de movilidad articular, ejercicios específicos, punción seca, etc.