A través de una serie de masajes ligeros y precisos dirigimos el camino de la linfa hacia los lugares adecuados para ella, que son los ganglios linfáticos que tenemos distribuidos por nuestro cuerpo.
El sistema linfático tiene como funciones principales: depurar el organismo de toxinas y sustancias de deshecho y proteger el sistema inmunitario ante todo tipo de bacterias y sustancias extrañas.
Al fin y al cabo, el sistema linfático es el encargado de limpiar el organismo de todo aquello que pudiera perjudicarlo.
El drenaje linfático manual también ejerce una función imprescindible en la recuperación de procesos quirúrgicos, ya que ayuda a la cicatrización de los tejidos y evita los procesos dolorosos por inflamación y edema de la piel.
La duración de las sesiones es de 45 minutos y se suelen necesitar alrededor de 10 sesiones para empezar a notar los efectos, aunque dependerá del tipo de patología que cada paciente presente.